Metzner, -uno de los penalistas más reputados de Francia-, argumentó que el procedimiento de extradición a Francia desde Estados Unidos, donde Noriega pasó 20 años entre rejas, es «nulo».
| junio 28, 2010
"La cuestión no es si se da razón o no al general Noriega, sino aplicar las convenciones internacionales" subrayó el letrado Olivier Metzner en su alegado al inicio de este juicio.
Metzner, -uno de los penalistas más reputados de Francia-, argumentó que el procedimiento de extradición a Francia desde Estados Unidos, donde Noriega pasó 20 años entre rejas, es "nulo".
Una nulidad que deriva, a juicio del defensor, en que Noriega fue jefe del Estado y en que en esa calidad debería beneficiarse de inmunidad también por el blanqueo de dinero por el que está ahora siendo juzgado.
Panamá, que se ha constituido en acusación particular, negó por boca del abogado que le representa, Yves Baudelot, que Noriega pueda gozar de inmunidad como sostienen sus defensores.
En primer lugar, porque "no es serio" reclamar esa supuesta inmunidad y porque "no ha impedido que lo juzguen las jurisdicciones panameñas y estadounidenses", por las que ya ha sido condenado en el pasado.
Además, añadió que de lo que se trata aquí es de juzgar si blanqueó dinero que obtuvo del tráfico de drogas con el cártel de Medellín y recordó que en total en sus cuentas domiciliadas en bancos franceses ingresó 73 millones de francos, algo más de 11 millones de euros.
Baudelot señaló que los hechos que se le reprochan "no tienen nada que ver con la función de jefe de Estado" sino "solo con el enriquecimiento personal".
La primera audiencia de este proceso generó una enorme expectación, con decenas de medios de comunicación que acudieron al Tribunal donde también están presentes las hijas del ex dictador.
Noriega tomó la palabra para decir que tenía intención de hacer una declaración pero la presidenta del Tribunal, Agnes Quantin, le indicó que tendría oportunidad de hacerla más tarde.
El ex dictador ya fue juzgado en su ausencia en Francia en 1999 y condenado a 10 años de cárcel.
Tras ser extraditado el pasado abril a Francia, decidió no aceptar esa pena y, por ello, se celebra ahora de nuevo este juicio que se va a prolongar hasta el miércoles. EFE ac/pi/ih