Luego de que el medio Wasington Post publicara que según la Embajada de EEUU en Pekín, se habría alertado en el año 2018 a las autoridades de Estados Unidos, de medidas de seguridad aparentemente insuficientes, en un laboratorio que estudiaba coronavirus procedentes de Murciélagos en China, y que el presidente Donald Trump arremetiera contra China advirtiéndole que podrían enfrentar consecuencias si se confirma que la propagación del virus fue intencionada.
El Laboratorio chino señalado respondió y rechazó esta posibilidad ante medios de comunicación de su país, en donde recalcó que eso es imposible.
Australia se sumó a las peticiones y pidió una investigación independiente sobre el tema, incluidas las acciones de la Organización Mudial para la Salud y su respuesta a la pandemia. "Necesitamos que una investigación independiente identifique todo lo que necesitamos saber sobre la génesis del virus, los enfoques de su gestión y que establezca la transparencia con la que se compartió la información", dijo a la cadena pública ABC.