La organización de la ONU anuncia «un masivo aumento de respuesta internacional».
| agosto 15, 2014
“El personal en los lugares del brote ha visto evidencias de que el número de casos reportados y las muertes ampliamente subestiman la magnitud del brote’, escribe la organización. “Se espera que la epidemia se alargue durante un buen tiempo y nuestro plan se extenderá por varios meses”, continúa la nota. ‘La OMS está coordinando un aumento masivo de la respuesta internacional, ordenando el apoyo de los países, de las agencias de control de enfermedades, de agencias del sistema de Naciones Unidas y otros’, agrega.
Mientras tanto, los casos en Nigeria siguen aumentando. El jueves murió la cuarta víctima –una enfermera que trató al estadounidense fallecido a finales de julio por el virus del Ébola en Lagos– y el país teme que la producción de sus principales exportaciones, petróleo y gas, se vean afectadas si las compañías internacionales se ven forzadas a evacuar a su personal y cerrar las empresas, según ha advertido la agencia de calificación de riesgo Moody’s. “Cualquier baja en la producción se traducirá rápidamente en el deterioro económico y fiscal del país”, ha dicho la empresa estadounidense.
Asimismo, Estados Unidos ordenó el jueves la evacuación de las familias de sus diplomáticos en Sierra Leona, uno de los tres países que, junto a Liberia y Guinea, se han convertido en el epicentro de la epidemia.
La discusión sobre el grave brote epidémico se ha trasladado al parlamento de los principales países afectados. El director médico de Sierra Leona, Brima Kargbo, que el miércoles certificó la muerte de otro de sus especialistas en la lucha contra el ébola, habló el jueves ante los legisladores del país sobre las dificultades a las que se ven enfrentados los trabajadores de la sanidad a la hora de intentar combatir la epidemia. “Aún tenemos que romper la cadena de transmisión para separar los infectados de los no infectados”, dijo. No obstante, añadió: “La gente se niega a reconocer la existencia y el alcance del ébola y aumenta cada vez más la hostilidad hacia los sanitarios”.