Los aborígenes rechazan la política de minería a gran escala emprendida por el Gobierno ecuatoriano, y demandan la aprobación de leyes para regular el manejo del agua y redistribuir las tierras.
| marzo 8, 2012
Los aborígenes rechazan la política de minería a gran escala emprendida por el Gobierno ecuatoriano, y demandan la aprobación de leyes para regular el manejo del agua y redistribuir las tierras.
De allí que efectuarán una marcha que iniciará en una región amazónica al sureste del país y buscará llegar a Quito el 22 de marzo próximo.
Pero los indígenas no estarán solos, su acción contará con el respaldo de organizaciones de maestros y estudiantes, así como de sectores políticos de oposición. Estos grupos efectuarán este 8 de marzo acciones de rechazo a diversas políticas gubernamentales en Quito y en varias provincias ecuatorianas.
Frente a tal panorama, la respuesta del gobierno ha sido la convocatoria a una concentración masiva en su respaldo para este mismo jueves en Quito. El presidente Correa ha dicho que las acciones de protesta buscan desestabilizar a su gobierno, y ha arengado a sus partidarios a “continuar movilizados hasta el 22 de marzo”. "¡A resistir pacíficamente.
El 8 de marzo vamos a repletar la Plaza de la Independencia (frente al Palacio de Gobierno, en Quito) para decirles: aquí estamos y esta revolución no la detiene nada ni nadie!", ha manifestado el mandatario.
Partidarios del gobierno además han anunciado la realización de contramarchas en diversas provincias del país, por lo que se teme que se puedan producir enfrentamientos. Esto, más allá de que la dirigencia de la CONAIE ha insistido en que su acción será pacífica, y de que este miércoles la ministra coordinadora de la Política, Betty Tola, llamó a quienes salgan a las calles a expresarse sin generar actos de violencia.