Gómez puntualizó en Radio Panamá que lo de mañana es una audiencia preliminar, es decir, una fase intermedia de calificación donde el juez debe indicar si la investigación está bien estructurada, si hace falta alguna documentación y se necesita devolver el expediente, y lo más importante: si hay méritos en la persona para que se le siga investigando, se le sobresea o se le envíe a juicio.
| julio 7, 2010
Gómez puntualizó en Radio Panamá que lo de mañana es una audiencia preliminar, es decir, una fase intermedia de calificación donde el juez debe indicar si la investigación está bien estructurada, si hace falta alguna documentación y se necesita devolver el expediente, y lo más importante: si hay méritos en la persona para que se le siga investigando, se le sobresea o se le envíe a juicio.
“El tercer caso es lo que veo para mí”, adujo la jefa del Ministerio Público (MP), al considerar que si desde el comienzo se le ha querido hacer ver como culpable, irrespetándole inclusive la presunción de inocencia, llamándola “la procesada” y calificativos de ese tipo, “que si bien son procesales son también un indicativo de por dónde va la línea: calificarme como una incapaz para el puesto”.
Negó que pretenda ser victimizada como en su momento le dijo la ministra de Educación, Lucinda Molinar, y es que la Procuradora no cree que se active todo el aparato judicial para remover de su puesto a la primera fiscal de la nación, con un recurso resuelto en poco más de 45 minuto para sacarla, y luego no condenarla..
"Si a mí me condenan este delito tiene pena de prisión, también días multas. No sé qué decida el Tribunal, pero mañana no se decide este fondo, sino las tres opciones anteriores y es entonces cuando iremos a la plenaria que es el fondo, luego de una práctica de pruebas. Allí viene la decisión final sobre absolver o condenar, pero es en otra fecha”, puntualizó.
Reiteró que su defensa seguirá intentando explicar a los magistrados, con todos los recursos que tienen a su alcance, que cuando un fiscal pide una coima se trata de un delito grave, por lo que ella como funcionaria del MP, tenía que facilitarle esa prueba al padre de la víctima, apoyándose en la ley vigente que le permitía como Procuradora, las interceptaciones telefónicas. “No ha habido dobles discursos ni ambajes, sino una total convicción de que hacía lo que la ley me permitía hacer”, esto antes de que se cambiara la jurisprudencia sobre lo que se le permitía a la Procuraduría, añadió.
Este miércoles 7 de julio lo afrontará con “tranquilidad de espíritu y de mente”, convencida como está de que se le quiere usar como un “escarnio para todo el que se oponga al sistema”, pero a pesar de ello sus convicciones son firmes y claras.