Santiago (Reuters) – Las luces del primer debate presidencial por televisión se prendieron el 20 de octubre y un encantador y atrevido candidato, hasta entonces con una cobertura marginal en los medios, emergió en la campaña presidencial chilena.
| diciembre 9, 2005
Aunque los sondeos lo muestran último en las preferencias, Tomás Hirsch es el único candidato que ha más que duplicado en las encuestas sobre intención de voto como postulante de comunistas, humanistas y algunos ecologistas, es decir la izquierda no representada en el Congreso.
Hirsch, que con 48 años es el más joven de los cuatro candidatos presidenciales, es segunda vez que corre tras la banda presidencial, al igual que el candidato derechista Joaquín Lavín. En las elecciones de 1999, Hirsch obtuvo menos del 1 por ciento de los votos.
Antes de su aparición en el debate, Hirsch lograba cerca de un 3 por ciento en las encuestas, pero luego de criticar por televisión el capitalismo, la contaminación y la discriminación a los pueblos originarios, los sondeos lo pusieron sobre un 7 por ciento, aunque confía en que puede conseguir una votación cercana a un 10 por ciento.
Puede parecer un detalle, pero no para la candidata oficialista y favorita para ganar las elecciones, Michelle Bachelet, que según los encuestadores ha sentido una fuga de votos en favor de Hirsch, alejándola de ganar en una primera vuelta el 11 de diciembre.
Varios de quienes dicen que votarán por Hirsch el domingo reconocen que posiblemente lo harán por Bachelet en una segunda vuelta en enero, ya sea que se enfrente a Lavín o al otro candidato de la derecha, el empresario Sebastián Piñera.
Mientras Chile destaca en la región por la firma de tratados de libre comercio con las potencias mundiales, el más reciente con China, Hirsch pone una voz de alerta.
«Los tratados de libre comercio han sido excelentes para las grandes trasnacionales, los grandes productores y el gran capital financiero, pero están asfixiando a las pequeñas y medianas empresas que no pueden competir sin la protección necesaria», dijo.
Hirsch, dueño de una cadena de tiendas de fotos, fue uno de los invitados de la reciente III Cumbre de los Pueblos, que se desarrolló en Mar del Plata y donde rechazó los efectos de la globalización junto al presidente de Venezuela, Hugo Chávez y el candidato de la presidencia de Bolivia, Evo Morales.