RIO DE JANEIRO (Reuters) – El golazo del brasileño Robinho en el triunfo del martes de la selección brasileña de fútbol 2-0 sobre Italia fue al mismo tiempo brillante y exasperante, pues refuerza la opinión de que el atacante sólo brilla para su país cuando los partidos no son tan vitales.
| febrero 11, 2009
RIO DE JANEIRO (Reuters) – El golazo del brasileño Robinho en el triunfo del martes de la selección brasileña de fútbol 2-0 sobre Italia fue al mismo tiempo brillante y exasperante, pues refuerza la opinión de que el atacante sólo brilla para su país cuando los partidos no son tan vitales.
El delantero del Manchester City inglés hipnotizó a los italianos en el estadio Emirates de Londres con una variedad de movimientos, giros y sus características gambetas.
Sin embargo, los simpatizantes brasileños quisieran que guardara algunos de esos trucos para un partido mucho más importante que tendrá lugar el mes que viene.
El 28 de marzo, Brasil viajará a Quito para visitar a Ecuador a 2.800 metros sobre el nivel del mar, en el marco de la eliminatoria sudamericana para el Mundial de Sudáfrica 2010.
La combinación de oponentes de gran capacidad física y gran altitud anticipan que ese será uno de los partidos más difíciles de Brasil en su campaña de 18 partidos por la clasificación, considerando que en las visitas previas a Quito, en 2001 y 2004, perdió 1-0.
Es exactamente el tipo de partido en el que Brasil necesita más de los trucos de Robinho y en los que, hasta ahora, el artillero se ha lucido menos.
El gol de Robinho contra Italia fue su anotación 19 para Brasil en 59 presentaciones, pero varias de ellas se han registrado en partidos amistosos contra rivales modestos, como Hong Kong, Canadá y Kuwait.
Robinho hizo seis goles en la Copa América 2007, incluyendo cuatro en dos partidos contra el desordenado equipo chileno, pero ninguno en semifinales o en la final.
