Tras 48 años en el poder, el veterano comunista delegó provisionalmente en 2006 todas sus funciones.

| noviembre 19, 2010
"Yo solo soy un soldado de las ideas, como escribí por ahí. No vacilé ni un segundo al deponer mis cargos", dijo Castro al recordar la crisis de salud que lo llevó a delegar en 2006 el poder en su hermano, en una reunión con estudiantes, reseñada este jueves en la prensa.
"Yo me enfermé e hice lo que debía hacer: delegué mis atribuciones. No puedo hacer algo que no estoy en condiciones de dedicarle todo el tiempo. Si yo mismo no sabía si iba a salir de aquello. Lo hice por disciplina y por los médicos", subrayó el ex gobernante de 84 años, quien desde julio, bastante repuesto de la enfermedad, participa en encuentros académicos.
Invitado por los estudiantes a compartir la discusión de un plan económico que impulsa su hermano para ser debatido en el VI Congreso del gobernante Partido Comunista (PCC, único) en abril, Fidel Castro "aclara" que no acudió "en calidad" de primer secretario de la agrupación.
Tras 48 años en el poder, el veterano dirigente comunista delegó provisionalmente en 2006 todas sus funciones: Comandante en Jefe, presidente del Consejo de Estado (Ejecutivo) y de Ministros, y primer secretario de PCC.
Pero en febrero de 2008 su renuncia formal fue a la presidencia, y sigue siendo considerado máximo líder del PCC -así figura en la estructura vigente- y Comandante en Jefe, aunque en la práctica no ejerce funciones y se dedica a escribir, aconsejar y analizar la situación internacional.
Fidel Castro ocupa el cargo de primer secretario -el más importante en un sistema comunista- desde 1965, y debe ser ratificado o sustituido a mediados de 2011 en la Conferencia del PCC, que -según los estatutos- está "facultada para incorporar nuevos miembros" y "separar o liberar" a quienes considere conveniente".
La Conferencia fue convocada por Raúl Castro, de 79 años y segundo secretario del PCC, en momentos en que la generación histórica de la revolución ronda los 78 años y debe garantizar su relevo.
Avalando la gestión de su hermano en momentos en que impulsa una reforma del modelo económico socialista, el máximo líder de la revolución cubana dijo estar "contento porque el país está marchando, a pesar de todos los desafíos", según el informe de prensa.
Castro evocó en el encuentro un histórico discurso en el que hace cinco años advirtió de la urgencia de rectificar "muchos errores", principalmente económicos, para evitar la "autodestrucción" del sistema político cubano.
En el encuentro con los estudiantes, sugirió el estudio del modelo de China, que, recordó, partió de una experiencia comunista, "rectificó lo que tenía que rectificar" y ahora es un país con crecimiento por encima del 10% anual.
"Vale la pena estudiar a China. China no es Estados Unidos, está luchando contra el sistema impuesto por Estados Unidos, pero (allí) el que rige es el Estado, no son las transnacionales", dijo Castro.
Sus comentarios coinciden con discusiones de cara al Congreso del PCC, convocado exclusivamente para aprobar el plan de reformas, que incluye el recorte de más de un millón de empleos, la apertura a la iniciativa privada y al capital extranjero, la descentralización económica, eliminación de subsidios y el aumento de la eficiencia empresarial.
Analistas económicos cubanos y observadores internacionales señalan como desafíos de la reforma económica vencer el paternalismo, crear confianza al capital extranjero y garantizar la expansión del sector privado.
"Todos los puntos exigen un cambio de mentalidad para entender la economía de una manera más audaz", opinó este jueves el comentarista económico Ariel Terrero.
Raúl Castro sostiene que el modelo económico cubano, que por décadas siguió al de la hoy desaparecida Unión Soviética, se "actualiza" sin copiar patrones de otros países.