El Madrid ya es segundo. Noche muy tranquila en el Bernabéu gracias a los goles de Di María, Bale, Isco y Morata. El Almería no inquietó.
| abril 13, 2014
Di María es vertical, ofensivo, apresurado, cubista, entusiasta, rocín flaco y galgo corredor. Cada vez que controla el balón desata un big-bang. A muchos les irrita que no tenga pausa, pero su impaciencia aporta una cantidad de caos imprescindible para romper las defensas contrarias. En un fútbol moderno sin apenas desborde, Di María resulta desbordante.
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