Animo que si yo hice este esfuerzo tan grande, que ellos tengan la moral para seguir”, expresó el ex congresista.
| octubre 27, 2008
Apenas sosteniendo su cuerpo sobre sus lastimadas piernas, con una sudadera embarrada en fango selvático, con los ojos abultados por los más de ocho años de secuestro y con una espesa barba, el ex congresista Óscar Tulio Lizcano entregó unas reposadas palabras como un grito tácito de libertad.
“Quiero agradecer a la persona que tuvo la valentía de salir conmigo, al ministro de defensa que lo que dijo es cierto, no le quito una coma, la presión del Ejército fue mucha”, manifestó Lizcano.
Para el ex congresista caldense el encontrarse en libertad luego del suplicio del secuestro, en medio de marchas incesantes y mal alimentarse con cogollos y cañahuates para garantizar su supervivencia en el espesa selva del pacífico colombiano, es volver a sentirse humano.
“Me satisface lo humano porque encuentro aquí todo”, manifestó en un apesadumbrado dialogo el político horas después de encontrar su libertad.
Al margen del sufrimiento del secuestro de Óscar Tulio Lizcano, hubo un amor que rompió la distancia, el de su esposa Marta de Lizcano, ella lo mantuvo vivo y con la esperanza de volver a ver los ojos a los que le entrego su cariño, para ella quedaron poemas mudos perdidos en la manigua.
“Mi barquerita, la emoción no la puedo sostener ella sabe que mujer es con sus constantes mensajes por la radio. Lo que me lamentó mi barquerita es que se me quedaron las veinte ultimas poesías que le escribí”, manifestó conmovido Lizcano.
Oscar Tulio Lizcano envió un mensaje de animo, esperanza y fe a los secuestrados que aún permanecen cautivos en las selvas de Colombia
“Animo que si yo hice este esfuerzo tan grande, que ellos tengan la moral para seguir”, expresó el ex congresista.
El político es atendido por personal médico en la Fundación Valle de Lili, donde se valora su estado de sicológico y de salud.
