Las técnicas incluyen, según ‘The Guardian’, tratos vejatorios, torturas y aislamiento sensorial absoluta.

| octubre 26, 2010
Los métodos para los que estaban siendo entrenados incluían torturas, amenazas, aislamiento sensorial absoluto (sin poder ver, ni oír, ni tocar nada), humillaciones de todo tipo, desnudos, atados, desorientados, … Todo encaminado a generar a los prisioneros miedo e inseguridad.
El material clasificado, desvelado por The Guardian y utilizado en cursos de interrogación en profundidad, incluye apartados como asfixia: signos y síntomas, recoge frases como "mantenlos desnudos si no cumplen las órdenes" o instruye sobre el uso de vendas para taparles los ojos.
Igualmente, educa a los interrogadores en la utilización de instrumentos como bridas de plástico para esposarlos u orejeras, pues la privación de alguno de sus sentidos "es legal" si existen "razones válidas" para ello.
Otros documentos explican, cómo provocar "malestar psicológico" a los capturados y, respecto a su descanso, explicitan que se le debe permitir al prisionero cuatro horas de sueño ininterrumpido. En cuanto al lugar donde el prisionero debe ser interrogado, los textos abogan por espacios de apariencia "repugnante" y, por supuesto, alejado de oyentes ajenos.