Una fuente militar negó a la agencia de noticias estatal cualquier intención de echar al gabinete del primer ministro Kamal al-Ganzouri, diciendo que se quedará en el poder hasta que el Ejército efectúe la transición a un presidente electo.

| febrero 11, 2012
Egipto sigue sumido en un caos político un año después de que un consejo militar asumió el Gobierno, cuando masivas manifestaciones populares obligaron a Mubarak a poner fin a su mandato de tres décadas.
Los Hermanos Musulmanes, si bien no participaron en las protestas, pidieron un Gobierno de coalición que reemplace al nombrado por el Ejército, que fue criticado por su manejo de la violencia en un estadio de fútbol en Port Said, en donde murieron al menos 74 personas.
"El pueblo quiere la caída del mariscal", gritaron los activistas durante la marcha en El Cairo, en referencia al mariscal de campo Mohamed Hussein Tantawi, que encabeza el consejo militar.
"Estamos aquí para decirle a Tantawi y al consejo militar que entregue el poder. Esta es una marcha pacífica y lo seguirá siendo", dijo la activista Sara Kamel, que acusó a los generales de no hacer nada por Egipto y de querer continuar con el legado de Mubarak.
Unidades del Ejército bloquearon el acceso al Ministerio de Defensa, cuyas paredes tuvieron que volver a pintarse para ocultar los grafitis de los manifestantes.
"Felicitaciones por la nueva pintura. Abajo el Gobierno militar", decía una frase pintada a lo largo de la pared.
Las autoridades religiosas de Egipto pidieron a los sindicatos y a los grupos juveniles que abandonen su plan de conducir una oleada de huelgas para obligar al Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas a dejar el poder, diciendo que el pueblo debe mostrar su compromiso con la nación y cuidar su economía.
Pero los jóvenes activistas ignoraron el llamado, bajo el lema "la desobediencia civil es legítima, desobediencia civil contra la pobreza y el hambre", mientras algunos saludaban a los manifestantes desde los balcones y otros los criticaban en medio del caos del tránsito.
El consejo instó a los egipcios en un comunicado a que sean prudentes respecto a "conspiraciones" y "complots" que buscan desestabilizar al estado.
"Las fuerzas armadas protegieron la revolución en su momento más crítico y a su pueblo en sus justas demandas (…) Seremos honestos con ustedes, nuestro Egipto es objeto de conspiraciones que intentan golpear a la revolución en su núcleo y sembrar desacuerdo entre el pueblo egipcio y entre ellos y las fuerzas armadas", dijo.
"Nunca sucumbiremos a amenazas o presiones. No nos darán órdenes ni nos someteremos (…)", añadió el comunicado, sin explicar a qué amenazas se refería.
Cientos de personas también marcharon en la costera ciudad de Alejandría.
Una fuente militar negó a la agencia de noticias estatal cualquier intención de echar al gabinete del primer ministro Kamal al-Ganzouri, diciendo que se quedará en el poder hasta que el Ejército efectúe la transición a un presidente electo.
Hussein Ibrahim, miembro del Partido Libertad y Justicia de los Hermanos Musulmanes, dijo a Reuters que la agrupación está lista para formar un Gobierno de coalición, pero que aún no inició negociaciones.