Djokovic mostró porqué es el jugador del momento cuando salvó dos puntos de partido para levantarse desde el borde de la derrota y vencer a Roger Federer en un encuentro a cinco set que entusiasmó a la multitud del Estadio Arthur Ashe.

| septiembre 11, 2011
Djokovic mostró porqué es el jugador del momento cuando salvó dos puntos de partido para levantarse desde el borde de la derrota y vencer a Roger Federer en un encuentro a cinco set que entusiasmó a la multitud del Estadio Arthur Ashe.
Luego Nadal, con su confianza en alza con cada partido que juega, venció al escocés Andy Murray por 6-4, 6-2, 3-6 y 6-2 para fijar una atractiva revancha entre los dos mejores tenistas del mundo.
Nadal venció a Djokovic hace 12 meses para completar su colección de títulos de grand slam, pero el serbio ha descubierto como jugarle al español este año.
"He perdido mis últimos cinco partidos contra él, cinco finales", dijo Nadal. "El obviamente es el favorito en la final, y yo sé que tengo que hacer algo mejor que en esos otros partidos para intentar cambiar la situación", agregó.
Djokovic, quien ya ha ganado dos títulos de grand slam este año, el Abierto de Australia y Wimbledon, estaba aliviado de llegar a la final después de sobrevivir a un vibrante partido con Federer que podría haberse definido en favor de cualquiera de ellos.
Federer ganó los primeros dos sets y luego recuperó su tranquilidad para ponerse 5-3 al frente en el quinto.
El maestro suizo, cinco veces campeón en Flushing Meadows sirvió para llevarse el encuentro y tuvo dos puntos de partido a su favor, pero Djokovic salvó ambos y ganó los últimos cuatro juegos para completar una increíble remontada.
"Es un deporte en el que uno gana y el otro pierde", dijo Djokovic. "Nosotros tenemos un dicho, ‘lo que no te mata te hace más fuerte’", agregó.
Para Federer fue una derrota descorazonadora. Es posible que haya ganado más títulos de grand slam que cualquier otro hombre en el deporte, pero la última vez que lo logró fue en el Abierto de Australia del 2010. Ahora en la segunda mitad de los 30 años, ya no se mueve tan rápido como antes y está golpeando una serie de tiros malos.
"Ciertamente es decepcionante, pero el único responsable soy yo", dijo Federer. "Lo veo todo muy bien, pero no puedo terminarlo", agregó.
"Me duele, pero está bien. Podría ser peor. Podría ser una final", sostuvo.
Murray, de 24 años, nunca pudo amenazar a Nadal, aunque tuvo un pequeño consuelo al ganar un set, una hazaña que ninguno de sus rivales pudo lograr en el Abierto de Estados Unidos este año.
El jugó de manera agresiva, lanzó 44 ganadores, 13 más que Nadal, pero sus 55 errores no forzados más que duplicaron el total de su rival.
El escocés aún tiene el tiempo a su favor, pero carga con el peso adicional de 75 años de frustración británica.
El número cuatro del mundo llegó a las semifinales de los cuatro grand slams este año, pero aún busca su primera corona en un torneo mayor.
"Es algo que intento y quiero lograr, pero si quieres juzgar toda la carrera de alguien basándote sólo en los slams, yo habría tenido una carrera horrible", declaró.
"Espero aún tener unos tres o cuatro años más en los que estaré jugando tenis en mi mejor nivel. Necesito mantenerme saludable y mejorar", sostuvo.