(AP) — Por lo menos 34 personas murieron, 15 resultaron heridas y decenas más están desaparecidas luego que un cerro se derrumbó sobre la carretera y dejó bajo tierra a jornaleros y comerciantes en la región norte del país.
| enero 5, 2009
Las autoridades guatemaltecas dijeron que hay unos 50 desaparecidos.
"Hay 34 cadáveres recuperados pero creemos que al momento del deslave había por lo menos 100 personas caminando por el lugar", informó el lunes en una entrevista con la AP el alcalde de San Cristóbal Verapaz, Leopoldo Ical.
Dijo que se trataría de unos 80 jornaleros que iban a trabajar a fincas cafetaleras de la región y otros 20 comerciantes que volvían el domingo a sus casas tras vender y comprar productos el fin de semana en el mercado de San Cristóbal, a unos 150 kilómetros al norte de la capital.
Decenas de familiares de los fallecidos y el gobernador del departamento de Quiché -de donde eran los mercaderes- se presentaron al lugar para inquirir por los fallecidos.
"Están, estamos, consternados por esta tragedia. Pero como fue un asunto de la naturaleza, solo podemos darles ánimos", añadió Ical.
Unas 165 personas, entre pobladores y rescatistas con perros amaestrados, trabajan en el lugar del deslave en busca de más desaparecidos pese a que aún caen piedras y tierra desde lo alto de la montaña que no deja de crujir.
"Es tan grande el derrumbe que no quedan muchas esperanzas de recuperar más cuerpos", señaló el alcalde.
El desprendimiento, de aproximadamente kilómetro y medio, ocurrió en una carretera en construcción donde dos semanas atrás hubo otro derrumbe que dejó dos muertos y tres desaparecidos. A partir de ese incidente quedó bloqueada la ruta y prohibido el paso de personas y vehículos.
"Ellos desafiaron al peligro y se fueron por una vereda que pasa abajo de la carretera que está tapada, a pesar de que la policía y el ejército estaban cuidando que nadie pasara. Seguramente tenían mucha necesidad de trabajar", expresó.
Del otro lado del derrumbe les esperaban dos camiones que les llevarían a su destino, probablemente en fincas de café en el norte del país comentó Ical.
Los pobladores de Aquil Grande y Aquil Pequeño, unas 300 familias en total, fueron trasladados a la escuela y el campo de fútbol de una aldea aledaña mientras pasa la emergencia ya que el cerro amenaza con seguir desplomándose.
Y mientras la población se dedicaba a buscar a los desaparecidos en la tragedia, dos jóvenes fueron detenidos mientras saqueaban las viviendas de Aquil Grande.
"Son los mismos que se asaltaban y violaban a la gente que pasaba por la vereda luego que la carretera quedó tapada el mes pasado pero ya la población les dio su merecido, les pegaron y los entregaron a la policía", comentó el jefe municipal.