Durante dos años, estos dos partidos han llevado a cabo una serie de encuentros públicos y privados, acuerdos y negociaciones, finalmente culminando en la elección de Rómulo Roux como candidato presidencial y José Isabel Blandón como su compañero de fórmula para la vicepresidencia.

ARTÍCULO DE OPINIÓN
POR: ENRIQUE AROSEMENA
La política es, en muchas ocasiones, un terreno fértil para sorpresas y giros inesperados. En un movimiento que muchos anticipaban, los partidos Cambio Democrático (CD) y Panameñista han anunciado una alianza de cara a las elecciones de mayo de 2024. Esto marca un cambio en el panorama político panameño y plantea preguntas interesantes sobre el futuro de la nación.
Durante dos años, estos dos partidos han llevado a cabo una serie de encuentros públicos y privados, acuerdos y negociaciones, finalmente culminando en la elección de Rómulo Roux como candidato presidencial y José Isabel Blandón como su compañero de fórmula para la vicepresidencia. Esto, en sí mismo, no es algo completamente inusual, ya que ambos líderes ya habían competido en las elecciones presidenciales de 2019 por sus respectivos partidos. Sin embargo, lo verdaderamente sorprendente es la unión de dos partidos que durante muchos años se consideraron irreconciliables.
La última vez que estos partidos se unieron para competir en las urnas fue en 2009, y ganaron. Este precedente podría hacer pensar a algunos que su alianza actual es una estrategia ganadora, basada en el argumento de que «juntos somos más fuertes». Sin embargo, el contexto político y social de Panamá ha cambiado significativamente desde entonces, y es difícil predecir si la misma fórmula seguirá funcionando.
La pregunta clave aquí es si esta alianza es realmente en beneficio del país o si es una estrategia oportunista para ganar poder. Los líderes de ambos partidos argumentan que están pensando en «los mejores intereses del país», pero es importante que los votantes panameños evalúen críticamente si esta unión representa genuinamente una visión compartida para el futuro de Panamá o si es simplemente una táctica política para mantenerse en el poder.
El hecho de que ambos partidos se consideren «grandes» en términos de membresía no debe eclipsar el hecho de que los ciudadanos merecen un debate político sustantivo y una elección informada.