Menos de 24 horas antes otro casino fue atacado con una granada en la vecina ciudad de Saltillo, en el estado de Coahuila.

| agosto 26, 2011
El gobernador del estado de Nuevo León en México, Rodrigo Medina de la Cruz, aseguró que el casino que ayer fue incendiado por delincuentes operaba ilegalmente y que podría haber un vínculo entre la empresa y grupos criminales.
El gobernador se quejó de que el casino llevaba operando al menos tres años con actividades irregulares y que ninguna autoridad de Monterrey había ordenado una investigación.
Medina aseguró que es posible que surja en la línea de investigación un vínculo con organizaciones criminales o ajustes de cuenta, “no es posible que no se hayan hecho investigaciones sobre los operadores de estos casinos y cuáles son sus antecedentes por si llega a surgir en la línea de investigación que haya un vínculo con organizaciones criminales o ajustes de cuenta en donde ahora inocentes están pagando y perdiendo la vida”.
Rodrigo Medina de la Cruz, también confirmó que la cifra de 53 víctimas puede incrementarse, ya que ha resultado muy difícil para los bomberos ingresar al lugar consumido por las llamas. Tuvieron que usar dos retroexcavadoras para tumbar las paredes y podría haber dentro del lugar "entre 15 y 20 cuerpos más".
53 personas murieron dentro de un casino de la norteña ciudad mexicana de Monterrey que fue incendiado por presuntos sicarios.
La nueva cifra fue proporcionada por Rodrigo Medina, gobernador del estado de Nuevo León (cuya capital es Monterrey), quien advirtió que esta puede subir, ya que en el lugar habría entre 15 y 20 cuerpos más, por lo que continúan los trabajos de rescate.
Los cuerpos de rescate están "trabajando a marchas forzadas" y continuarán toda la noche "sin descanso para encontrar a todas las víctimas", aseguró en declaraciones a la cadena Televisa tras precisar que "no hay aún una cifra definitiva".
Sobre el ataque hay diversas versiones. Testigos dijeron que sicarios habían lanzado granadas y disparado. Después el gobernador de Nuevo León señaló que los atacantes habían rociado el lugar con un "líquido inflamable", que pudiera ser gasolina.
Jorge Camacho Rincón, director de Protección Civil del estado de Nuevo León, explicó que cuando los atacantes dispararon la gente corrió a los baños para protegerse, pero no sabía que los sicarios iban a prenderle fuego al lugar. Eso provocó que muchos murieran intoxicados.
Los bomberos y socorristas tuvieron que romper las paredes con una máquina retroexcavadora para rescatar a personas atrapadas y los cadáveres.
Menos de 24 horas antes otro casino fue atacado con una granada en la vecina ciudad de Saltillo, en el estado de Coahuila.
El casino es propiedad del Grupo Royale, que posee establecimientos en las ciudades de Monterrey, Mazatlán, Los Cabos y Escobedo.
El casino siniestrado, que abrió hace tres años y medio, tiene dos plantas. En el primer piso hay un bingo con capacidad para 250 personas, máquinas tragamonedas, ruletas y apuestas deportivas y en la segunda planta tiene mesas de póquer.