Un agregado de negocios venezolano ha llegado a Washington y pronto irá a Venezuela su contraparte estadounidense. El último roce entre ambos fue durante las protestas antichavistas.
| julio 6, 2014
Este nuevo intento de recomponer unas relaciones que no han superado los niveles más bajos desde que ambos países retiraron a sus embajadores, en 2010, coincide con el aumento de críticas de antiguos aliados chavistas a la gestión del presidente Nicolás Maduro, cuya renuncia empiezan a pedir algunos antiguos altos cargos.
“A partir de hoy [por el jueves] ya tenemos un nuevo agregado de negocios de Venezuela en EE UU, el compañero Maximilien Arveláiz, que viene con la tarea de seguir abonando en el camino de lograr una relación de alto nivel de respeto con el Gobierno de EE UU”, anunció Jaua. Caracas, por su parte, ya ha dado la “autorización” a Lee McClenny, designado por el Departamento de Estado, y cuyo nombre se conoció este viernes, que “debe estar llegando en los próximos días a Venezuela”, agregó Jaua. Un portavoz del Departamento de Estado en Washington confirmó la identidad del nuevo encargado de negocios.
El movimiento coincide con el aumento de críticas a Maduro desde dentro del chavismo
Según Jaua, todavía es demasiado pronto para hablar de una “normalización” de las relaciones, que han sufrido constantes altibajos desde los años del Gobierno del fallecido Hugo Chávez, sin llegar a recuperarse con la presidencia de Nicolás Maduro. “No quisiera yo ser optimista, porque en otras oportunidades hemos hecho esto. Pero sí es un nuevo esfuerzo por elevar las relaciones entre nuestros países”, explicó Jaua. “Estamos siempre haciendo un esfuerzo desde Venezuela, y tenemos que reconocer que en los últimos días también desde EE UU, para retomar una relación de respeto mutuo basada en la no injerencia en los asuntos internos”, señaló. Es en ese intento en el que se enmarca la llegada del nuevo agregado de negocios, aunque el canciller venezolano calificó de “coincidencia” que su contraparte estadounidense viaje casi al mismo tiempo a Caracas.
Pese a todo, no deja de ser un gesto significativo. Arveláiz es el nombre que Maduro había anunciado como el elegido para asumir el cargo de embajador en Washington el 25 de febrero, poco después del estallido de las protestas sociales que han puesto en jaque a su Gobierno. Su decisión se conocía además una semana después de que Caracas expulsara a tres diplomáticos estadounidenses que, según el Gobierno venezolano, habían impulsado las protestas. La medida fue replicada de inmediato por Washington, que ordenó la salida a tres miembros de la Embajada venezolana en la capital estadounidense.
Poco más de un mes después —y tras renovadas acusaciones desde Caracas a la supuesta injerencia estadounidense en las protestas— Maduro renovaba a Washington su oferta de intercambiar embajadores por medio de un artículo de opinión en The New York Times. La respuesta no se hizo esperar: no se daría el plácet al representante diplomático venezolano porque Washington consideraba que Caracas debía concentrarse en el diálogo interno y no desplazar la atención hacia EE UU. Ahora Arveláiz está en Washington, y aunque sea solo como encargado de negocios y no con rango de embajador, su llegada significa que el Gobierno de Barack Obama ha dado el visto bueno a su nombre.
"Estamos haciendo un esfuerzo para retomar una relación de respeto mutuo", dice el canciller Elías Jaua
La noticia llegaba el mismo día en que el secretario de Estado, John Kerry, enviaba un mensaje de felicitación al pueblo venezolano cuando se cumplen 203 años de su independencia, que se celebra un día después de la fiesta nacional estadounidense del 4 de Julio. “Las dificultades y desacuerdos en nuestra relación oficial durante los últimos años no cambian el compromiso de EE UU con los venezolanos mientras tratan de lograr un futuro más democrático y próspero”, afirmó Kerry.