El canciller panameño, Samuel Lewis, tras reunirse con la secretaria de Estado de EE.UU., Hillay Clinton, se mostró optimista por el «interés» mostrado por Washington por completar el Tratado de Libre Comercio (TLC) con su país, pendiente de aprobar por el Congreso estadounidense.
| abril 9, 2009
"Es una señal muy clara de que el enfoque en los países en vías de desarrollo sigue siendo de primordial importancia", declaró.
"Hemos discutido sobre la posibilidad de que el Tratado de Libre Comercio (TLC) sea enviado al Congreso en una forma expedita como se ha mencionado en la Comisión de Comercio", dijo a la prensa tras el encuentro en Washington.
Aunque no se habló de plazos, el ministro y vicepresidente panameño dijo que constató que el tratado comercial "es una prioridad" para el Gobierno del presidente Barack Obama.
Lewis señaló que varios grupos de congresistas estadounidenses han viajado a Panamá y han comprobado sobre el terreno "los avances" producidos sobre "el desarrollo social, en la creación de una plataforma de desarrollo sostenible y sustentable".
Estas mejoras, subrayó, demuestran que Panamá "es sin duda alguna un socio importante y fiable", por lo que ahora será "la dinámica de la política estadounidense y de Washington la que marque los tiempos".
En la reunión con Clinton también se trataron asuntos bilaterales y sobre la región de cara a la V Cumbre de las Américas, que tendrá lugar del 17 al 19 de abril en Trinidad y Tobago.
Una Cumbre en la que las miradas están puestas en el mensaje que transmitirá el presidente Obama, que participará por primera vez en este encuentro que se celebra cada tres años.
Hasta ahora "todo lo que hemos visto han sido señales positivas" de Estados Unidos, tanto en las cumbres bilaterales, como en la reciente visita que hizo el vicepresidente, Joseph Biden, a Costa Rica en la que se reunió con algunos mandatarios en el marco de la Cumbre Centroamericana, señaló Lewis.
A su juicio, lo que los países se encontrarán en la Cumbre de las Américas será "una nueva Administración (estadounidense), que plantea un nuevo tipo de diálogo basado en los intereses compartidos y una dinámica basada en escuchar propuestas".
Cuba es otro de los asuntos que puede planear sobre la Cumbre, ya que el Gobierno de EE.UU. está revisando su política hacia La Habana y los medios de comunicación y los círculos políticos especulan con que Obama podría anunciar cambios antes o durante la Cumbre.
El ministro no quiso aventurar qué sucederá, pero consideró que "las señales sobre los temas de Cuba han estado claros tanto en las decisiones que se han venido planteando desde Estados Unidos, como en los planteamientos que han venido de distintos países".
En conjunto, agregó, las expectativas de la cumbre son "muy positivas", sobre todo después de los pasos que se dieron en la cumbre del G-20 de Londres, en la que "hubo un compromiso de los países desarrollados con la agenda global".
Lewis valoró el compromiso de los países desarrollados para fortalecer el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y las instituciones financieras multilaterales.
"Es una señal muy clara de que el enfoque en los países en vías de desarrollo sigue siendo de primordial importancia", declaró.
La economía será uno de los temas que tratarán los países en la Cumbre de las Américas y en este sentido aseguró que para que poder enfrentar la crisis en el resto del mundo, "la situación económica se requiere una economía estadounidense fuerte" y que ésta salga a flote para "reactivar las exportaciones, el comercio, las remesas y la actividad en el resto de países".