Según han explicado los veterinarios en ‘The Daily Mail’, «el alcohol contrarresta los efectos del polietileno glicol, evitando que este ocasione un fallo renal y cardíaco».
| marzo 11, 2014
Había lamido esta sustancia, que tiene un sabor dulce, del suelo del garaje y los veterinarios le diagnosticaron una fuerte intoxicación que estuvo a punto de provocarle la muerte.
Ante esta situación, los veterinarios optaron por suministrar al animal 700 mililitros de vodka a través de un tubo desde la nariz hasta el estómago. Aunque parezca curioso, el alcohol era lo único que podía separar los compuestos químicos del refrigerante para que Charlie pudiera expulsarlos.
Según han explicado los veterinarios en ‘The Daily Mail’, "el alcohol contrarresta los efectos del polietileno glicol, evitando que este ocasione un fallo renal y cardíaco".
Ahora el bichón maltés se encuentra perfectamente pero su dueña ha asegurado que el proceso de recuperación ha sido bastante "angustioso". Eso sí, ahora lo ve "gracioso" ya que asegura que Charlie se tambaleaba y vomitaba de vez en cuando.
(rpp.com)