Las autoridades germanas quieren evitar peregrinaciones de neonazis a su tumba.

| julio 22, 2011
La tumba del que Hitler eligió como su ‘mano derecha’, y vicejefe del partido nazi NSDAP en 1933, se había convertido en un lugar de "culto" para los grupos neonazis de toda Europa. Debido a que celebraban allí concentraciones y marchas, el Tribunal Constitucional alemán las había prohibido.
Por eso, las autoridades bávaras decidieron abrir su tumba en la madrugada del miércoles, según publica el diario Süddeutsche Zeitung. Los restos de Hess fueron exhumados, incinerados y esparcidos en un lago del área de Baviera.
Hess fue condenado en 1946, durante el proceso internacional de Nürnberg, a cadena perpetua. Pasó gran parte de su encarcelamiento en la prisión de Berlín- Spandau. El 17 de agosto de 1987, el que fuera ministro sin cartera del Reich y uno de los más fanáticos nacionalsocialistas, se quitó la vida y en su testamento pidió ser enterrado en el cementerio evangélico de Wunsiedel. Aunque durante algún tiempo sus nietos se resistieron a cambiarlo de sitio, finalmente aceptaron la exhumación de sus restos.