2014 pinta para ser un año intenso para El Potrillo, como lo llaman de forma cariñosa sus fanáticos.
| marzo 1, 2014
Las tupidas cejas negras y el cabello perfectamente peinado son los sellos de casa. Ser un símbolo sexual y uno de los más solicitados por los palenques de todo México, es algo que él ha ido construyendo desde cero.
Alejandro dejó de ser “uno más” en la lista de cantantes rancheros prácticamente desde que nació. No podía ser de otra forma, al ser hijo del recién retirado de los escenarios Vicente Fernández, leyenda del género. Eso no significa que viva de las rentas paternas. Es su talento, su voz y su esfuerzo, lo que lo ha impulsado lejos de la sombra del mítico “Chente”.
2014 pinta para ser un año intenso para “El Potrillo”, como lo llaman de forma cariñosa sus fanáticos. El cantante se encuentra en plena promoción del álbum »Confidencias», placa que lo trae de vuelta al Auditorio Telmex, donde tiene anunciadas dos fechas, para los días 2 y 3 de mayo. La producción promete que será de primer mundo. La velada, simplemente inolvidable.
(inf.com)