Destacó que al rellenarse esta área, ya no podría tener un uso público.
| mayo 10, 2022
El impacto del relleno de 50 hectáreas que se quiere hacer en Amador, en el corregimiento de Ancón, va más allá del área específica donde se pretende desarrollar el proyecto.
El estudio de impacto ambiental, que está en fase de evaluación por parte del Ministerio de Ambiente, detalla que el área de influencia directa del relleno es de 156 hectáreas, mientras que la zona de influencia indirecta es de 389 hectáreas.
María Gabriella Dutari, abogada del Centro de Incidencia Ambiental (CIAM), analizó este martes este tema, indicando que ven con preocupación el deseo de la promotora L.G.S. Panama Tourism Development, de llevar a cabo un relleno de fondo de mar de esta magnitud.
Destacó que al rellenarse esta área, ya no podría tener un uso público. "Eso, potencialmente contradice nuestra Constitución. La Corte Suprema ya se ha pronunciado sobre casos de esta naturaleza. En 2021 emitió un fallo sobre el tema de construcción de rellenos, que después pueden construirse en fincas que se titulan", remarcó la jurista.
Indicó que un relleno de esta naturaleza cambiaría de forma permanente y prácticamente irreversible la configuración de estas tierras, del fondo de mar y transformaría su uso.
"Proyectos de esta naturaleza parecieran estar encaminados a permitir que el fondo del mar, que es un bien público, se convierta en un bien privado que no pueda aprovechar la población", concluyó Dutari.